CARTA A UN TRABAJADOR MEXICANO

La Voz de la Resistencia publica una reflexión sobre el enorme valor de la lucha de hormiga, de la lucha del topo, de la lucha de resistencia.

CARTA A UN TRABAJADOR MEXICANO

Hola hermano trabajador, te invito a reflexionar. Porque tú mi hermano no perteneces al México de las lamentaciones, de los que lloran, ese México no es tuyo, tu México es otro. Leía hace poco un pensamiento que como espejo te describe a ti:

“Soy rebelde en la vida,

No tolero imposiciones,

Soy rebelde que construye

Soy rebelde de por vida”.

En el mundo muchos se la pasan quejando, cuando hablan escuchamos puras lamentaciones, “no se puede, todos son iguales…”; Parece que están frente al muro de las lamentaciones de la tradición judía. En este muro lloran, se quejan, se lamentan y piden a dios les solucione sus problemas. Esperan que dios o un mesías les resuelva los problemas que les corresponde a ellos resolver.

Muchos de los que se quejan y quejan son jóvenes pero su plática es de ancianos: “antes...pero hoy ya no se puede, hoy todo está mal.” No mi cuate, tú eres diferente, debes ser diferente, no cuentes tus tristezas, construye sobre esas tristezas, no esperes que dios o el mesías te manden la solución.

Tú no eres viejo, y no me refiero a la edad cronológica.

No, tú construyes, junto a otros que ya dejamos de llorar, pero debemos estar al pie del muro de las lamentaciones, junto con esos que lloran, esos que son tus compañeros, que son tu pueblo, nuestros hermanos, el pueblo trabajador de la ciudad y del campo.

Tu misión es destruir ese muro. Pero tú solo no podrás. Tendrás que apoyarte en esos quejumbrosos, en los dolientes. Ante tanto llanto exclamaras angustiado ¿Pero si ellos están ocupados en llorar y lamentarse?... Cierto, Pero si ellos ven que te burlas de sus lloros, nunca te harán caso y te correrán de su lado. Por eso sin que te incorpores al coro de lamentos, debes de estar a su lado. Llegara el momento en que se cansen de llorar y en ese momento estarás a su lado y podrás junto con ellos destruir el muro.

En México, en América Latina, incluso en Estados Unidos y Europa eso está pasando, llora y llora, lamento y lamento, algunos gritan, se quejan, pero no es labor individual, es colectiva.

Si observas, ellos esperan al mesías, al sustituto de dios que vendrá a resolverles el problema y van a su encuentro. Millones, si millones lloran en su muro, millones de creyentes. Si tú los criticas te echaran de su lado, si los criticas sin utilizar el sentido común, aprovechando los momentos de lucidez de los dolientes, armaras escándalo innecesario y te escucharan los guardias del muro y te correrán los guardias y te prohibirán que vuelvas a ver a los dolientes.

Al final si te corren los guardias eso no importa, son los riesgos de cumplir una tarea. Pero si te corre la gente, eso si importa, por que estarás imposibilitado de volver para hablar con ellos, y recuerda son millones y millones de trabajadores del campo y la ciudad. Si lo dudas plática con la gente, con tu gente, escúchala

Pero escucha su voz, no tu eco. Escucha su corazón, el de ellos que esta además de adolorido dormido: quiere empleo, salarios, prestaciones, educación salud, comida, dignidad, seguridad social, justicia, que pare la violencia y piensa que yendo al muro la conseguirá. Escúchalos a ellos y veras cuantos millones son los creyentes del muro de las lamentaciones.

Si tu no estas a su lado cuando empiecen a despertar, otros los volverán a engañar, por eso debes estar con ellos sin incorporarte al coro, sin sumarte a los que los engañan, sin caer en sus vicios. Esperar, pacientemente y en su momento, cuantas veces la oportunidad se te presente decirles que llorar frente al muro no resolverá sus problemas, que sólo ellos, actuando en unidad podrán solucionarlos. Hay que explicarles pacientemente, proponerles que se organicen, e ir llamado a derrumbar uno, dos, tres, mil de muros.

Ese momento tardara, ¿Cuánto?, no se sabe, pero llegara

¿O crees que la ilusión en el muro, el engaño será para siempre?

Por eso debes estar a su lado, en los diferentes muros parecidos, sin despreciarlos, que te vean con ellos, que eres parte de ellos, por que son parte de ti, son parte de tu pueblo engañado. Sin confundirte con los del coro.

Ese despertar no será al mismo tiempo, algunos lo harán mas temprano, otros más lento, aprovecha a los que despierten temprano, únelos, plantéales la solución, derrumbar el muro, así cuando despierten los demás ya no serás tu sólo, tendrás a muchos más a tu lado que te ayudaran a convencer a los dolientes que tardan más en despertar.

No, tu no eres de los doliente llorones, tu eres de los dolientes que despertaron ya, de los tempraneros y tu función ya no es llorar y repetir como loro, tu no debes repetir como tonto útil: los políticos no sirven, …todos son iguales..., la política no sirve”, no tu función es otra, reflexiónala.

Tu construyes, y eso es esfuerzo, causa dolor, hay accidentes, como todo trabajo, pero, he ahí, el pero, da satisfacciones cuando vez como los que despiertan poco a poco ven en ti al que los acompaño, al que estuvo a su lado, al que no los desprecio por débiles, al que no los acuso de llorar como mujeres, al que soporto sus terquedades, al que estuvo con ellos firme en los principios, flexible en la táctica, al que les dio datos para reflexión, datos que les ayudaran a despertar, y veras como esa debilidad de los “débiles” será energía imposible de frenar.

Si tu golpeas con un dedo, tu golpe es débil, si unes todos los dedos unidos y golpeas con el puño la fuerza se multiplica. Tú eres un constructor, construyes unidad, eres uno de los que estará al frente del puño que derribara el muro.

Cuando hay mucha agua y esta dispersa su fuerza se diluye, pero cuando al agua se le da cause, se le da un sentido puede cobrar una fuerza no sólo para destruir, sino para dar vida al campo. El sentido de tu trabajo por la unidad es para construir una sociedad nueva, una sociedad con justicia social, la sociedad que nosotros los trabajadores deseamos.

Pero eso implica una nueva organización y eso es política, es decir descubrirás que al construir tú haces política, o ¿ya lo pensaste? Dirás que es diferente, que… y te enredaras en explicaciones. No, no te enredes, es mejor tener claro lo que quieres, construir una sociedad nueva, una sociedad con justicia social, una sociedad que tenga como principio la frase del poeta y libertador José Martí: “Yo deseo que la ley primera de nuestra república se el respeto a la dignidad plena del hombre”

Porque tú hermano trabajador, hermano que vives y trabajas, que construyes en la ciudad o en el campo eres un rebelde, un rebelde que construye, un rebelde de por vida.

SALUDOS

JOSE T. CARDOZA OLIVAS